Que haya quitado la bandera del Sporting del balcón, que no me ponga la camiseta cada domingo juguemos en casa o fuera, que haya dejado de escribir post sobre fútbol de manera compulsiva… indica que mi relación con el noble deporte del balompié está convirtiéndose en una relación madura. O sea, que estamos a punto de convertirnos en novios de toda la vida y no en amantes desaforados de sábado por la noche. El fútbol y yo, digo. Y, ojo, no quiero decir con esto que hayamos perdido un ápice de nuestra pasión. Nótese que he dicho ‘novios de toda la vida’ sin mentar para nada la palabra ‘matrimonio’.
Cuento esto para dejar claro que yo, parafraseando a Belén Esteban, ‘por el Sporting mato’, sin que eso sea, no faltaba más, ninguna incitación a la violencia, sino una simple manera de expresarme. Pobre, pero honrada. Conste. Vamos que cuento esto y aclaro lo otro porque hoy voy a meterme con mi equipo de mis entretelas.
¿Por qué? Pues porque he leído que el consejo ha decidido (lo que a mí me gustaría ser de un consejo y decidir, con lo jedi que suena, pero cierro paréntesis que me lío) Pues eso, que ha decidido primar a los jugadores con 2,5 millones de euros de nada por la permanencia, que es como se llama en el noble deporte del balompié a lo que vulgarmente conocemos como un ‘me quedé como estaba’. Y ha sido leerlo y acordarme de mi madre cuando llegaba del cole con las notas y le preguntaba qué me iban a regalar por aprobarlas todas. ¿Y que nos vas a regalar tú a nosotros por darte de comer, y por llevarte al colegio, y por…? Pues eso. Que si ganamos la Champions yo me ofrezco a pagar de mi propio bolsillo una merienda o algo, pero por la permanencia… ¿Por qué estos chicos por la permanencia ya cobran un sueldo todos los meses, no? Claro que igual no, igual juegan ‘de gratis’. No sé. Como no tengo ni idea de fútbol…