El amor y el dinero mueven el mundo. Cualquier cosa, cualquiera, sucede o crece por amor, en todas sus versiones, odio incluido, o por dinero. Algunas, pocas, por una combinación de ambos. Los dirigentes del PP de Asturias deberían aclarar si su ruptura con Génova se debe a lo primero o a lo segundo. Si es por el partido y por sus militantes y hasta por sus votantes y/o posibles votantes. Si es, en definitiva, por eso que se llamaba en la Antigüedad el ‘bien común’ o si es por eso que se llama ahora ‘mantener la silla’, cada uno la suya propia. Yo no digo ni lo uno ni lo otro. Sólo digo que no estaría de más que lo dejasen claro porque resulta difícil de entender, sobre todo si nadie lo explica, por qué hace pocos meses Cascos era “Fernando Alonso” y ahora le ven menos futuro que a IU compitiendo con Belén Esteban según una encuesta de no-se-qué-barómetro. No estaría de más alguna explicación antes de seguir en una batalla en la que, ahí sí que no hay duda, sólo pierde el PP de Asturias. Así, en general. El de los unos y el de los otros. Ellos sabrán. Supongo.