‘La zona sucia’ es, por empezar por el principio, el estreno de Marxophone, el flamante sello de Nacho Vegas, que por primera vez es, además de autor de los temas, su productor. ‘La zona sucia’ supone también otro estreno, el de un hombre nuevo, tan nuevo y tan viejo como el que surge siempre entre las cenizas después de cada fuego. Nacho Vegas sigue igual de convencido de que “la vida es una sucesión de incendios” y, sobre todo, de que “lo difícil es saber volver a arder”. La novedad es que, en esta ocasión, él ya sabe cómo hacerlo. O, como poco, cómo intentarlo. Sus fracasos vuelven a envolver sus canciones, pero ahora hay historias de “incendios que acaban bien”. Nacho Vegas ha madurado. Lo ha hecho si se entiende por madurar el tomarse menos en serio a uno mismo, porque así incluso los miedos dan menos miedo. Hasta se ha vuelto optimista, optimista para ser Nacho Vegas, claro. ‘La zona sucia’ no es un disco de los Hombres G, quede claro.
PD. Y mucho mejor que yo, lo explica él mismo. Ahí va mi pequeño estreno en el periodismo multimedia, un estreno que Eva y Juan lograron convertir en vídeo con mucho talento y más paciencia.