-¿No serás alérgica al polen? -No, que yo sepa. Y sacó su mano enorme del bolsillo de la chaqueta y me dejó encima de la mesa un puñado de bolas de eucalipto. -Pasé por el parque y las cogí -(sonrisa). Miguel Mingotes me alegró la tarde del lunes. En mi mesa, en vez de a […]