Cada mañana sufro un intento de robo. A veces es un simple hurto, pero otras raya en el atraco y temo que, cualquier día, la cosa pase de rayar a ser. O sea, medie violencia. Sucede cuando entro a desayunar, siempre en el mismo sitio; con mi periódico debajo del brazo, siempre El Comercio, naturalmente; […]