Encontrar un restaurante silencioso en la Quinta Avenida. Entrar. Que te pregunten ‘cuántos son’. Responder ‘just me’. Pillar una mesa con ventana con vistas a Central Park. Descubrir un riesling que no empalaga. Comer. Ser feliz. Just with yourselve.
PD. No hace falta estar en Nueva York. Las vistas pueden ser a cualquier parte. Éstas ayudan. Vale. Lo reconozco