Los calcetines abrieron solos el cajón y salieron volando, como si bailasen; la gabardina los vio, miró por la puerta siempre entreabierta del armario y se zafó de la percha rápida, como cuando uno (una) se cansa de estar tanto tiempo colgada de alguien; los sombreros miraban, como esperando turno; los paraguas se daban codazos […]