En EL COMERCIO aún se utilizaban máquinas de escribir y el teletipo bramaba con un ruido cansino escupiendo y escupiendo aquello que se llamaban ‘despachos de agencia’. Había ordenadores, sí, pocos y con las pantallas verdes y curvadas, aquellos IBM que parecían que iban explotar de un momento a otro. Los periódicos, los libros, las […]