Todos tenemos días raros y, luego, días surrealistas. Levantarte por la mañana y, por ejemplo, que te llame un colaborador de un suplemento cultural y te diga que no va a mandar su artículo y que cuando, inocente, le preguntes por qué, te responda que porque “le atropelló un gato”, entra dentro de los segundos. […]