Queridos Reyes Magos, sería una tontería por mi parte asaltarles a estas alturas con un lista de peticiones. Primero porque quedan dos dias para el reparto y ya tendrán los camellos cargados y segundo porque no está la cosa para mucho pedir, ni en oriente ni en occidente. Lo de cargados iba por carga, claro, no por cantidad. No voy a hacer lista, vale, pero no me puedo resistir a una petición: a mí me gustaría que como reyes que son asesorasen ustedes a su homólogo de España.
Verán, le hemos perdonado lo de su amiga entrañable y los elefantes y, si nos ponemos, podemos llegar a pasar por alto lo del duque imputado y hasta lo de su hija sin imputar, que somos gente de poca memoria si hace falta. Vale. Pero lo que no podemos tolerar es que se nos meta el jersey de cisne por dentro de los pantalones y nos enseñe el cinturón y su hebillaza. Eso no. Porque uno (una) puede entender que sus rey viva a cuerpo de idem y puede entender hasta que le pidas oro y te de mirra. Si podemos con que la jefatura de Estado sea hereditaria, podemos con todo. Pero lo que uno (una) jamás puede consentir es que su rey haga el ridículo. Y mucho menos el hortera. Y máxime si es en la portada de ‘Hola’. Y desde luego jamás con photoshop mediante, que eso solo lo aguanta con dignidad Naty Abascal y, dentro de nada, sus hijos.
Ustedes tres que tienen más claro que nadie que para llevar capa y guantes hay que ser Batman o tener mucho arte, ustedes tres que son reyes y son magos, sabrán, como sabe todo el mundo, que la forma también es el fondo. Porque las apariencias, al final, casi nunca engañan.