Supongamos que en vez de leyendo esto está usted en una sidrería. También podemos suponer que está leyendo en una sidrería, pero eso ya es opcional. Supongamos que, además de usted, en la sidrería acaba de entrar un grupo, por ejemplo, de ingleses recién desembarcados en un crucero en El Musel. Supongamos ahora que tiene usted el día tonto y decide hacer una prueba, una encuesta. Imaginemos que pretende determinar cuál es la bebida que más se toma en Gijón. Y acota la pregunta: ¿sidra o té?, rollo azafata pero cambiando el café por la bebida patria. Y ahora resulta que gana el té y se arma la de my mother y cambia usted la historia y hasta la producción de manzana. Es improbable. Lo sé. Es ridículo. También lo sé.

Pero tan improbable y casi hasta tan ridículo como la santificación indiscriminada del referéndum porque sí. Y me refiero al referéndum en general y no a ninguno en particular. Porque aquí, que no somos de grises y que nos vamos del blanco al negro con la misma facilidad que Isabel II se toma su infusión a las cinco o su madre se trajinaba un gintonic, parece habernos entrado una fiebre irrefrenable por la barra libre de asamblea: como si la asamblea fuese en sí misma una solución. Se nos olvida que en cualquier sistema democrático existen parlamentos, existen instituciones, y que éstos y éstas, digan lo que digan los eslóganes más o menos afortunados, sí nos representan. Seguramente hayan sido otros y no usted ni yo los que se han ganado a pulso estas ganas que nos han entrado de que nos pregunten por todo, para todo y cada cinco minutos. Pero aspirar como parecen aspirar algunos a la espiral de la consulta perpetua es tan poco eficaz como bananero, de república, vale, pero bananera.

A los suizos parece que les va bien el sistema. Pero recuerden que son suizos, además de muchos menos y con problemas bastante menos acuciantes. Visualicen una reunión cualquier de su comunidad de vecinos y, sobre todo y ya sin chistes malos, no olviden que no hace tanto mucha gente trabajó y hasta luchó porque este país fuese una democracia.