Que fueran 300, justo 300, los abonos que le faltaban al Juanfersa para volver a Asobal es casualidad. O no, porque la mala suerte existe y es puñetera, pero la buena normalmente hay que salir buscarla. Hay que trabajársela. El Juanfersa sabe lo que es ser 300 frente los numerosos y bien alimentados ejércitos de […]