Absténgome Fernández es el nuevo presidente del Principado, o presidenta, que le pasa a Absténgome como a los ángeles, que no tiene sexo. Lo será por lo menos las próximas 48 horas y después del sorpresón, carrera a sus brazos y achuchón de Mercedes Fernández a Cristina Coto, que acaba de demostrar ser, por lo menos, bastante más flexible que su jefe, o exjefe, e incluso que Cherines misma; cosa, por otro lado, nada complicada. Porque sí, Cristina Coto y los diputados de Foro acaban de dejar demudada la cara de Sanjurjo, don Pedro, y de paso la del grupo socialista al completo, empezando, claro, por un Javier Fernández más serio que de costumbre (sí, se puede) y siguiendo por un Lastra que, no sé si lo vi o creí verlo, echaba humo por las orejas. Literalmente. Desconozco si en la campaña de la Seguridad Social para colocar desfibriladores en edificios públicos se tuvo en cuenta la Junta General del Principado. Pero deberían haberlo hecho. Y mientras, los señores (también llamados ‘chicos’) de Podemos e Izquierda Unida entre la risa, la media sonrisa y el ‘te lo dije, guapín, mira que te lo dije’, dirigido al hombre en funciones que ha pasado de serio a cabreado. Muy cabreado. Así que la cosa queda en 17 abstenciones (con ‘absténgome’ empatado con ‘me abstengo’ según cálculo rápido y nada científico, aviso), 14 votos para un Fernández y 14 para la otra. Vamos que Asturias no tiene presidente y lo mejor es ir hablando con los de las comunidades de vecinos por si acaso, que aquí ya puede pasar de todo. De momento, en un par de días no se permite convocar a los señores diputados. Malicio que el redactor del reglamento sabía que iba a tocar aplicarlo un viernes y con este sol… En fin, que feliz fin de semana, señorías. Nos vemos el lunes. O no. Total.