Ayer, cuando nos despedimos, me pareció oir esto de fondo. Y es imposible, porque estábamos en una iglesia, pero tú eres capaz de eso y de mucho más. Porque tú siempre has sido capaz de hacer lo que te ha dado la gana. De ser libre. Gracias, guapo. Gracias por habernos alegrado tanto, tantísimo, la vida. Nos vemos. Y nos seguiremos riendo. Prometido.
Aquí lo tienes, uno de tus temazzzzzissssssimos