Ahora mismo para librarse de alguien molesto no hay nada como colocarle un sombrero de mexicano y dejarlo a la puerta de un centro de salud, porque lo meten para dentro fijo. Garantizao. Se me ocurren dos o tres (alguno más a nada que lo piense) a los que les plantaba gustosa el pamelón, pero ese ya es otro tema. El caso es que uno se come unas quesadillas, un suponer, y estornuda un poco y, hala, mascarilla y aislamiento y 24 horas y falsa alarma y usté perdone y buenas tardes y adiós gracias.

Nos está pasando con esto de la gripe ‘comosellame’ que de pura saturación informativa nos desinformamos. Porque, digo yo, ¿no sería mejor que las autoridades sanitarias (que me gusta esta expresión, que ganas de ponerme firme) esperasen a confirmar los casos para dar sus ruedas de prensa? Que a ver, que yo me dedico a esto y yo encantada, que no voy a pedir que oculten nada, no faltaba más, pero es que cualquier día me veo un comunicado del Ministerio de Sanidad con una relación de este tipo:

-Personas que han estornudado en el día de hoy: 10.010.030

-Personas procedentes de México a las que se les ha incautado un paquete de kleenex: 2.536

-Personas que confiesan haber intercambiado algún tipo de fluido con alguna otra persona también procedente de México y a las que al día siguiente les dolió la cabeza: 7.801.

-Personas fans de las rancheras con 37,5 grados centígrados de temperatura o más: 4.507

No sé. A lo mejor alguien se está pasando. A lo mejor yo misma. Qué sé yo. ¡Achís! Santinos.