Europa amenaza con cortar el grifo y los mineros se quejan. Normal. Y cortan carreteras. Es lo suyo y, además, es lo de siempre. Se entiende la movilización de quien lleva meses bajando a la mina sin cobrar. Se comprenden, se compartan o no, los daños colaterales. Lo que merece otra reflexión es el empeño de los sindicatos mineros de ir contra la más aplastante de las lógicas, porque la Unión Europea lo que pide (nótese el eufemismo) es cerrar los pozos que no sean rentables a partir de 2014. Mantener empresas deficitarias ya no es posible. Se ponga Villa como se ponga. Y eso no implica dejar a nadie tirado, lo que pasa que ponerse detrás de una pancarta es más fácil que ponerse a trabajar.
PD. 2-0. Y subiendo. Empezó la Liga.