La prórroga presupuestaria y la visión positiva del Gobierno sobre la región ocultan la amenaza de la crisis
Todo Parlamento tiene una dosis de representación, de artificialidad (“señorías”), pero en Asturias la cosa ha llegado al extremo de invertir los papeles: la oposición manda sin formar parte del gobierno. Para no perderse en el juego de simulaciones, hay que tener en cuenta lo que dijo Fernando Lastra: “en términos parlamentarios, uno es lo que vota”. IU y el PP unidos por la gimnasia del voto.
Aclarado que las disculpas son más fuertes que los argumentos, llega el momento de decir que los discursos son más potentes que la realidad. El presidente del Principado, Álvarez Areces, pronunció una conferencia en el Club Siglo XXI sobre nuestra comunidad autónoma, en el que hizo un retrato tan optimista que no se entiende cómo somos el único territorio que perdió población el pasado año, o por qué tenemos la mayor dependencia del Estado, después de Extremadura.
El presidente asturiano siempre hizo buena la máxima de Gramsci, “frente al pesimismo de la inteligencia, el optimismo de la voluntad”. Eso en política, como en la vida en general, es una gran cualidad. El mejor ejemplo de ello está en la biografía política del propio Areces, que siempre salió adelante ante las dificultades. Nadie hubiera apostado, cuando la crisis política de
Imaginar que Asturias será pronto conocida por “Paraíso Digital” o que “caminamos, imparables, hacia el pleno empleo”, o que tenemos una “industria medioambientalmente sostenible”, cuando en nuestra región está la planta termoeléctrica que echa más CO2 a la atmósfera de toda España y la segunda factoría industrial que más poluciona, no pasan de ser expresiones sinceras de un deseo. Asturias ha mejorado notablemente desde la crisis económica de 1993-94, pero todavía está lejos de “tener un modelo económico que nos equipare a las sociedades económicas y socialmente más avanzadas”. Entre el blanco y el negro, hay una infinita gama de grises, que definen nuestra situación en España y Europa.
Lo más urgente es ubicarnos ante el cambio de coyuntura. Esa debería ser la preocupación de nuestros políticos, de los que tienen que gestionar el presupuesto prorrogado y de los que consumen sus mejores energías en poner obstáculos al progreso de la región.
EL ALZA DE PRECIOS
La inflación alcanzó en noviembre el 4,1%, más del doble de la que había previsto el Gobierno para todo el año. El alza de precios lleva a un ajuste histórico para los pensionistas: 3.121 millones de euros para compensar la pérdida de poder adquisitivo de sus pensiones. Es importante señalar que la inflación llega por donde más duele: los precios de la energía y de los alimentos. Dos clases de bienes que no tienen sustitutivos y que en el caso de la energía están en la base del incremento de precios del resto de productos. Urge tomar medidas para hacer frente a la inflación.
No se pueden lanzar mensajes tranquilizadores, como si no pasara nada, evitando llevar los precios de la energía al recibo de la luz, que sería la única forma de moderar el consumo. Desde el año 1996, la tarifa eléctrica descendió en un 20%, lo que propició un incremento del 48% en el consumo nacional. Ningún otro país ha actuado tan frívolamente.
En lo que va de año, el precio de los combustibles fósiles que importa España ha subido un 13,4%, y el ministro Clos anuncia un incremento de la tarifa eléctrica para el año 2008, del 3,3%. ¿Y el resto, cómo se paga? Se prevé un déficit de tarifa de 4.750 millones de euros, para este año, (el total acumulado es de 12.000 millones) que los ciudadanos dejamos de pagar a las empresas eléctricas por la vía del recibo de la luz para pagarlo en los próximos años por la vía de los impuestos. Los operadores eléctricos no rebajan ni un euro, y ya lo están cobrando por anticipado a través de los bancos.
El eje catalán en el Ministerio de Industria, Montilla-Clos, es un monumento a la incompetencia. El actual ministro es médico anestesista, y arrastra su vocación profesional a la energía: anestesia para evitar dolorosos choques con la realidad. Lo primero garantizar el voto, luego ya llegará el momento de pasar el importe real de la factura. Tenemos el modelo energético más dependiente de los combustibles fósiles de toda
En los últimos tiempos, se ha hablado en Asturias mucho de los biocombustibles, pero en España el 85% de las plantas están paradas, porque se importa el producto de EE.UU., que está subvencionado. Dudo mucho que siga en vigor el calendario de instalaciones industriales de biocombustibles para El Musel.
La alternativa energética del Gobierno de Zapatero hace agua. La estrella del modelo energético eran las energías renovables, y resulta que el Gobierno quiere cambiar el modelo de subvenciones que hacen rentable este tipo de energía. Respecto a la innombrable energía nuclear, sigue la doctrina oficial del cierre ordenado de centrales, pero como esta política es imposible de llevar a la práctica, por debajo de la mesa se repotencian algunas instalaciones para lograr la simbólica ganancia de 37 megavatios: la energía que consumen 25.000 hogares. Eso sí, Zapatero anuncia una inversión de 1.000 millones de euros de energía verde para los hogares, que evitará emitir la ridícula cuota del 0,1% del CO2 que se echa ahora a la atmósfera.
Como en los años setenta del siglo pasado, las alzas del precio de la energía se trasladarán al resto de los bienes y a los salarios. Podemos discutir de presupuestos, en nuestra idílica región, que el invierno ha llegado.