El PP pide que el crédito extraordinario que presentará el Principado al Parlamento para financiar los proyectos municipales se oriente hacia la actividad de la construcción. La crisis que sufre este sector sería paliada con recursos públicos. Frente a la táctica de poner trabas a las peticiones de gasto solicitadas por el Gobierno, el PP se muestra dispuesto a relanzar la inversión y a respaldar las medidas fiscales que den más liquidez a los consumidores. Por su parte, IU ha recordado que se llevan perdidos cinco meses en el uso de recursos presupuestarios, y se muestra dispuesto a negociar el destino del nuevo crédito que va a llevar el Gobierno a la Junta General.
La oposición ha cambiado de táctica. Nada más rechazar el proyecto de cuentas regionales para el año 2008, el PP e IU avisaron de que examinarían con lupa cualquier petición de recursos económicos presentada por el Gobierno en el Parlamento. Para prevenir el posible rechazo, el Gobierno solicitó 95 millones de euros en la Cámara con el argumento de que se trataba de desarrollar el pacto social firmado con sindicatos y patronal. Ni el PP podía hacerle un feo a la Fade ni IU a los sindicatos, así que la Junta General dio el visto bueno al crédito por unanimidad. Parecía que el segundo crédito ligado a proyectos municipales iba a ser más controvertido, entrando en una discusión pormenorizada por ayuntamientos, pero los grupos de oposición han cambiado de táctica y piden más recursos, como corresponde a los deseos de la sociedad en un escenario de crisis económica. Modestamente, desde estas líneas, ya hicimos una reflexión en este sentido, y parece que hay más gente que la comparte.
Dudo que el Gobierno esté contento ante este panorama, porque la restricción de créditos le perjudicaba, pero el gasto expansivo no le beneficia. La razón es muy sencilla: la recaudación tributaria es sensiblemente más baja que la prevista. Los ingresos por IVA son menos cuantiosos que los previstos cuando se entró en prórroga presupuestaria, así que los cacareados 300 millones que habían quedado sin gastar, por culpa de la oposición, han menguado.