El Gobierno regional va a solicitar permiso a la Junta General del Principado para utilizar recursos económicos que no están en el presupuesto prorrogado y que irán dedicados a financiar 200 proyectos municipales. Entre ellos hay cerca de 40 dedicados a equipamientos deportivos (campos de fútbol, piscinas, pabellones polideportivos). Las iniciativas, como es lógico, partieron de los alcaldes y el Gobierno regional colabora financiándolas. Los ayuntamientos gobernados por el PP (Oviedo, Tapia de Casariego, Peñamellera Baja, Gozón) y por IU (Castrillón, Illas) participan de los beneficios de esos recursos extrapresupuestarios en igual medida que los consistorios socialistas. Por ello, es de suponer que la petición del Gobierno regional será respaldada por los partidos de la oposición.
El primer crédito extraordinario presentado por el Gobierno regional en la Junta General del Principado estuvo dedicado a dar cobertura financiera al pacto social firmado por patronal y sindicatos con el Principado, y ahora ultima otro de mayor cuantía para desarrollar iniciativas municipales. La estrategia política del Gobierno regional es clara: utiliza las demandas de los agentes sociales y de los ayuntamientos para contar con más recursos que los que ofrece la prórroga presupuestaria. La oposición no puede negarse a aprobar esos recursos, porque perjudicaría a aliados (patronal y sindicatos) y conmilitones (alcaldes con carné del PP o de IU).
El incremento de recursos contenido en el proyecto presupuestario del Gobierno que fue rechazado por la Junta General del Principado el pasado mes de diciembre se va a poner en circulación con la aprobación de los dos créditos extraordinarios antes citados. El volumen de recursos que quedará sin utilizar no llegará a la cifra de 50 millones de euros. El impulso para la economía asturiana esperado con el fallido presupuesto llegará unos meses más tarde por la vía de dos créditos extraordinarios. La oposición se siente fuerte para rechazar iniciativas del Gobierno regional pero le resulta más difícil encontrar justificaciones para negarse a demandas de los agentes sociales y de los ayuntamientos.
Las consecuencias económicas de la prórroga presupuestaria han quedado solventadas, aunque el impacto político del rechazo a los presupuestos no queda enmendado. A la oposición le puede ser rentable rechazar todos los proyectos presupuestarios que presente el Principado para cada ejercicio, aceptando que tengan salida esos recursos económicos por la vía de sucesivos créditos. De esa forma logra trasladar la imagen de un gobierno impotente, aunque luego ponga la firma para las iniciativas amables que beneficien a las administraciones locales o a poderosos colectivos, como son los agentes sociales. Como sucede tantas veces en la vida oficial asturiana se lucha más por la imagen que por la realidad. La prórroga presupuestaria no es ninguna tragedia.