Fuentes del Ministerio de Economía aseguran que la respuesta del Gobierno a las exigencias catalanas sobre el modelo de financiación autonómica no dañarán los intereses asturianos. Desde el citado ministerio se recalca que no peligran los fondos diseñados para ayudar a las regiones pobres (baja renta per cápita o escasa población). Desde el entorno de Solbes se afirma que las propuestas catalanas sólo serán aceptadas si encajan en el resultado global del modelo.
Durante las pasadas Navidades, el Gobierno mostró las líneas generales del nuevo sistema de financiación. Los presidentes autonómicos han dado una respuesta positiva, aunque señalando las condiciones mínimas que exigen al nuevo sistema para aceptarlo. Desde entonces, la negociación está estancada, y las buenas palabras del Gobierno llenan el vacío creado por la ausencia de cifras. Hasta la fecha se ha hablado de población, de envejecimiento, de suficiencia financiera, de corresponsabilidad fiscal, de solidaridad interterritorial, de garantía económica para los servicios esenciales, de equiparar la financiación por habitante, y de otras muchas cosas, pero mientras no se conozcan los números que propone el Gobierno no hay nada en firme. Las palabras tienen unos contornos borrosos, susceptibles de mil interpretaciones, pero los números llevan la negociación a realidades concretas. El Gobierno había dicho a sus interlocutores autonómicos que entregaría esta semana las cifras del modelo, pero ahora se dice que será la semana que viene, aunque deslizando la posibilidad de que sea dentro de quince días. ¿Cómo interpretar este retraso?
El 1 de marzo hay elecciones en Galicia y en el País Vasco. El Gobierno no puede dilatar la negociación del modelo de financiación porque se superpondría con las campañas electorales, un periodo inhábil para llegar a acuerdos. No es probable que el Ministerio de Economía dude sobre la aritmética del modelo, porque lleva muchos meses estudiando la cuestión. Así que me inclino a pensar que estamos en una fase reservada de la negociación -ayer ya hubo una reunión de Solbes con el consejero de Economía de Cataluña-, probablemente con pocos interlocutores, antes de presentar unas cifras avaladas por algunas autonomías, para poder consensuarlas o imponerlas al resto: lo tomas o lo dejas. Cualquier hipótesis, menos dar por normal la demora.