EL acto de homenaje a Manuel Llaneza ha servido para que el secretario general del SOMA vertiese sus clásicas reflexiones sobre el papel de los fondos mineros, la necesaria solidaridad de la región con las cuencas mineras, y deslizase críticas hacia el Principado, amén de alguna incursión hacia asuntos que nos quedan muy lejos, como la política del presidente Obama. José Ángel Fernández Villa volvió a pedir más celeridad en la tramitación de los fondos mineros, porque son un elemento clave de reactivación ante la crisis económica. Se trata de una petición reiterada en múltiples ocasiones por los líderes sindicales de la minería, que no es compartida por el Gobierno regional.
Los sindicatos sacan a relucir una larga lista de plazos incumplidos, mientras que la Consejería de Industria y Empleo dice que todos los proyectos siguen el curso previsto, sin que ninguno esté paralizado. Como esta polémica es recurrente, desde el anterior plan de la minería cabe aventurar que se trata de un malentendido. Una cosa es la inclusión de una carretera en una programación bianual de los fondos, y otra muy distinta suponer que las máquinas empiezan a trabajar durante esos dos años. Hay que hacer estudios previos, proyectar el trazado, realizar estudios medioambientales, sacar a licitación las obras, etcétera. Según se obvie o no esos trámites habrá o dejará de haber retrasos. Esta argumentación no invalida que en algunos proyectos concretos se hubiese podido actuar con mayor diligencia. En otros casos se trata de actuaciones mal propuestas, como la ubicación de polígonos industriales en zonas inundables que no se pueden llevar a cabo. No debe ser cosa fácil encontrar en las cuencas otro millón de metros cuadrados para localizaciones alternativas de los polígonos industriales que están aprobados.
El líder del SOMA pidió más compromiso presupuestario con las cuencas mineras. No hay otra comarca que haya gozado de mayor atención por parte del Principado. En los fondos mineros correspondientes al actual plan de la minería, el 25% del presupuesto corre por cuenta del Principado. En la primera legislatura del presidente Areces se aprobó un plan complementario para las cuencas con más de 150 millones de euros de inversión. Siempre se puede dar más, pero quitándoselo a otros.