José Antonio Alonso considera que el liderazgo de Mariano Rajoy se verá afectado por las derrotas electorales del PP en Galicia y en el País Vasco. El portavoz parlamentario socialista pronostica el triunfo del PSOE en los comicios de ambas comunidades autónomas. Cualquier valoración realizada antes de abrirse las urnas constituye un elemento más de campaña, así que las palabras de Alonso no tienen pretensión de objetividad. Es cierto que un mal resultado del PP en Galicia y en el País Vasco comprometería el liderazgo de Rajoy, pero unas votaciones adversas para el PSOE también desbordarían los límites de los dos territorios citados, afectando al propio Zapatero. La única diferencia consiste en que Rajoy cuenta ya con una oposición interna declarada, mientras que la política del presidente del Gobierno sólo recibe esporádicas críticas de Felipe González, guardando silencio el resto de la familia socialista.

Las elecciones del domingo tienen una doble dimensión: la disputa del poder en dos de las llamadas «nacionalidades históricas» y la influencia de esas votaciones en el conjunto nacional, al constituir un test para todas las fuerzas políticas. PSOE, PP, IU o UPyD estarán muy atentos a los porcentajes de votos que obtengan porque constituyen un indicio de lo que pueden pensar los ciudadanos de toda España sobre ellos. Para la competencia directa entre PSOE y PP la comunidad más sensible es Galicia, ya que en el País Vasco el partido de Rajoy juega un papel muy secundario mientras que en Galicia se disputan los dos grandes partidos el gobierno de la Xunta. Si el PP logra mayoría absoluta en Galicia, Rajoy quedará cubierto de posibles críticas, con independencia del resultado que obtenga el PP vasco. La continuidad de Touriño sería un golpe para Rajoy.

Sin embargo, para los intereses del Estado, la importancia de los comicios vascos es infinitamente superior a la de los gallegos. Una votación que permitiera a Patxi López encabezar una alianza de gobierno tendría unas dimensiones históricas. Nada sería igual con un político español gobernando desde Ajuria Enea. Es lógico que los dirigentes de los dos grandes partidos valoren los comicios desde la perspectiva del pulso que mantienen entre ellos, pero el verdadero interés de la jornada está fuera de ese cálculo.