Núñez Feijóo insta a los presidentes de Asturias, Extremadura y Castilla-La Mancha a anteponer los intereses de los ciudadanos a los partidarios. Un mensaje del presidente gallego relacionado con la financiación autonómica, al pretender retomar el grupo de comunidades pobres que tienen intereses antagónicos a los de Cataluña.

La creación de una vicepresidencia de cooperación territorial, cuyo titular es el político más destacado del ámbito autonómico de las dos últimas décadas, supone un motivo más que suficiente para recuperar la aplazada cuestión del modelo de financiación. Aunque se ha mantenido en secreto la negociación del nuevo sistema de financiación, todo indica que las cosas han avanzado ya lo suficiente como para que resulte imposible organizar lobbys entre regiones para presionar al Gobierno. Hay cantidades concretas sobre la mesa, a partir de los 7.000 millones de euros con los que el equipo de Pedro Solbes amplió la masa de recursos globales que dedica el Estado a costear la red de servicios públicos transferidos a las comunidades autónomas. Las mayores resistencias se encuentran en Cataluña que había hecho pública su petición de dinero a partir de una premisa falsa: el Estado aumentaría en 14.000 millones la financiación de las regiones. Un cálculo que podría haber sido cierto hace un año, pero que al dilatarse la negociación y caer la recaudación fiscal el Gobierno ha dejado reducido a la mitad. Las regiones más dependientes, como las aludidas por Núñez Feijóo, aspiran a mejorar la última oferta del Gobierno, pero el sistema acepta pocos retoques. La alternativa será el mantenimiento del actual modelo, algo totalmente inaceptable para Cataluña y otras regiones ricas.

Aunque nada se ha dicho, apostamos por un cambio en el método de negociación: de estar enteramente en manos del Ministerio de Economía pasará a ser compartida con la Vicepresidencia de Chaves. Los altos cargos del ministerio de Elena Salgado hablarán de cifras y Chaves tendrá discretos encuentros con los presidentes autonómicos. Hace un par de meses, el entonces presidente andaluz dijo que había llegado a un acuerdo de financiación para su región: el único que se desmarcó del discurso de la insatisfacción. Querrá ahora explicar a sus ex colegas la fórmula que lleva al éxito.