El posicionamiento de Núñez Feijóo a favor de construir el AVE del Cantábrico agita el debate sobre esta infraestructura en Asturias. El coordinador de IU, Jesús Iglesias, afirma que su grupo está en contra de la construcción de un tren de alta velocidad a lo largo de nuestra región, pero reconoce que si las comunidades autónomas limítrofes apoyan este equipamiento y el Gobierno se decide a hacerlo, no podrá el Principado impedirlo. La valoración de Iglesias es sensata, porque no confunde deseos con realidades. Pueden IU y los socialistas asturianos rechazar el AVE, que si se juntan el interés del resto de las regiones cantábricas y la voluntad del Gobierno central, los convoyes de alta velocidad cruzarán de oeste a este nuestro territorio. Es difícil de imaginar todo el contorno nacional surcado por líneas de alta velocidad con la excepción de Asturias. Lo que resta por saber es la postura de Blanco sobre esta obra. Hasta ahora, el nuevo ministro de Fomento se ha limitado a decir que ejecutará las actuaciones contenidas en el ‘plan Galicia’, pero sin especificar.

Ovidio Sánchez tiene una interpretación más pintoresca sobre el rechazo del Principado al AVE del Cantábrico. El líder del PP considera que el Ejecutivo de Areces hace de gregario del Gobierno de Zapatero, al rechazar el AVE para que no se constate la falta de inversiones del Estado en nuestra región. La argumentación de Sánchez no sirve para explicar por qué Patxi López pide construir el AVE, al igual que lo hace Miguel Ángel Revilla con consejeros socialistas en el Gobierno de Cantabria. Puestos a hablar del AVE del Cantábrico sería bueno que Ovidio Sánchez nos adelantara alguna primicia sobre esta infraestructura, como, por ejemplo, el trazado que defiende el PP asturiano para ella. Hay tantas razones para defenderlo sin caer en discursos absurdos, que no se entiende el gusto de Sánchez por las declaraciones inconsistentes. No creo que el AVE del Cantábrico esté dentro de las tres principales infraestructuras de transporte que necesita Asturias, pero tampoco es la última en orden de preferencia. Antes de hablar con Blanco hay que ordenar las ideas.