En los Presupuestos Generales del Estado hay una serie de partidas de escasa cuantía que no están incluidas en el anexo de inversiones, de modo que en el conjunto de las cuentas aparecen algunos recursos que no estaban contemplados en los 932 millones de euros que oficialmente van destinados a Asturias. Al final, cabe estimar en algo más de mil millones el dinero presupuestado para nuestra región.
Aunque represente un descenso con respecto al año pasado, no cabe afirmar que Asturias haya sido olvidada por el Gobierno, porque somos la segunda comunidad autónoma que recibe más recursos por habitante, y también tenemos una asignación superior a nuestra aportación al PIB nacional. Cosa distinta es que la sensibilidad de los asturianos no coincida con la del Gobierno central. La infraestructura de transporte más demandada por la opinión pública es la autovía del Cantábrico. Desde hace veinte años es un clamor la petición de una vía de doble calzada que recorra toda la región de este a oeste. Al ir avanzando su construcción, la utilidad de los tramos abiertos ha dulcificado las quejas de los asturianos. El ramal oriental está acabado desde hace cerca de seis años, con la ventaja de tener un doble itinerario desde Villaviciosa, el que va por la costa, a través de Gijón y Avilés, y otro por el interior que enlaza con Oviedo. Decía que el ramal oriental está acabado, pero con la excepción del tramo Unquera- Llanes. Dos décadas largas de tramitaciones administrativas, contenciosos, querellas y vuelta a empezar han retrasado su ejecución. Pues bien, ahora que están las máquinas sobre el terreno, resulta que los Presupuestos Generales del Estado sólo le destinan 16,5 millones de euros, que dan para hacer dos kilómetros de asfalto. Sin embargo, la autovía, Oviedo-La Espina, inventada al calor de los imaginativos fondos mineros, tiene una partida de 79 millones.
Hace un par de años, decía el Gobierno que Unquera-Llanes tenía una escasa consignación presupuestaria porque se estaba en la fase de hacer estudios. Ahora que tocaba avanzar decididamente sobre la traza abierta con los desmontes, resulta que apenas se le dedica dinero. Ni las prioridades presupuestarias coinciden con las preferencias de los asturianos ni creo que la autovía del Cantábrico esté acabada para el año 2011, como dicen los dirigentes socialistas.