La junta local del PP de Gijón estudia tomar medidas legales contra José Miguel Bernardo Rodríguez, el ciudadano que encontró en un contenedor de basura la documentación relativa a Francisco Álvarez-Casos y se la entregó a Isidro Martínez Oblanca, por indicación del ex ministro. La dirección del PP encuentra falsedades y contradicciones en el relato de José Miguel Bernardo Rodríguez, y considera muy dudoso que sea una actuación casual sabiendo que ha encabezado la lista de Izquierda Republicana en las elecciones de 2007 y que ha optado a un escaño de diputado en los comicios generales de 2008. Esta forma de proceder del PP de Gijón es vista por Álvarez-Cascos como una prueba más de la indignidad de Pilar Fernández Pardo, presidenta de la Junta Local. El ex ministro subraya que van contra un ciudadano particular, en vez de demandarle a él, que fue la persona que formuló la denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos.
La noticia sobre el descubrimiento de la documentación de Cascos en el contenedor es de la primavera pasada. Ahora, seis meses después, ha saltado el conflicto, y todo indica que se va a sustanciar ante los tribunales. Si el nuevo desencuentro entre Álvarez-Cascos y Pilar Fernández Pardo tiene relevancia no es por el celo o la desidia que haya mostrado la dirección del PP en la custodia del archivo del ex ministro, sino por las implicaciones políticas que puedan derivarse del caso. La más importante de todas es la posible vuelta de Álvarez-Cascos a la política activa, una hipótesis que podría ir asociada a la nominación del candidato del PP a la Presidencia del Principado en las elecciones de 2011, para las que faltan 19 meses. Otra derivada del conflicto es la postura que tome la dirección nacional de Mariano Rajoy ante el enfrentamiento entre el ex secretario general del PP y la Junta Local de Gijón. No inmiscuirse en el conflicto ya es una forma de tomar partido. No menos interesante es observar los movimientos que se detecten en el PP regional, ya que no tardarán en salir los partidarios o detractores de Pardo y Cascos.
Mientras tanto, el presidente Areces ironiza con el conflicto del PP, al advertir que no parece que valoren mucho sus propios archivos. Cuando un partido tiene problemas internos, mejora la salud de sus rivales.