Valledor explicita las razones de su abandono del grupo parlamentario: el acuerdo presupuestario recién cerrado y el modelo de carrera docente, que según el ex diputado, discrimina a una parte del profesorado.

Sobre el presupuesto, largamente negociado por sus compañeros de IU con los socialistas, censura que busque, únicamente, mejorar las dotaciones de las consejerías que gestiona IU, dejando de lado otros capítulos como, por ejemplo, el departamento de Cultura. En este punto tiene toda la razón. Los dirigentes de IU siguieron el modelo de negociación sindical y plantearon el presupuesto con la misma mentalidad del que negocia un convenio colectivo: asegurar la bolsa de dinero para lo nuestro y del resto de deberes de la institución que se encargue el empresario (los socialistas). Los negociadores de IU querían más dinero para el salario social, la aplicación de la Ley de Dependencia, la Vivienda y el Medio Rural, sin importarles que para obtener esos recursos se adelgazara la dotación de Infraestructuras, Industria y Empleo y Cultura. El punto débil del razonamiento de Valledor es que esa estrategia no es novedosa, porque la aplicó IU en todos los ejercicios de la anterior legislatura, cuando el ex diputado negociaba las cuentas. Entre 2003 y 2007, los presupuestos de las dos consejerías de IU crecieron muy por encima del resto de departamentos. Si en aquellos años no se produjeron tensiones fue debido a la bonanza económica, de modo que por muy altas que fueran las exigencias de IU, el IVA y el IRPF aguantaban con todo. Ahora, en época de vacas flacas, las imposiciones de IU obligaron a pactar un presupuesto tan irreal como descompensado.

El modelo de carrera profesional aprobado puede ser deficiente o injusto, pero no tiene entidad para que un político como Valledor lo eleve a categoría de objeción de conciencia. Hay decisiones mucho más discutibles que el complemento de carrera profesional, que no deja de ser un tributo que paga el Gobierno a un grupo de trabajadores grande y fuertemente sindicalizado, a cambio de nada. Sólo se entiende por el hecho de ser un lobby que puede tener como referencia política a Valledor. El ex diputado no expone un punto clave en su disenso con el grupo parlamentario: estuvo excluido de la negociación presupuestaria. Un asunto que no deja en muy buen lugar a sus compañeros.