La dirección de IU considera que la instalación de una incineradora en Serín no puede ser decidida por el consejo de administración de Cogersa, sino por el Gobierno regional. Tomar la decisión por el consorcio (Cogersa) es interpretado por IU como una solución “por la puerta de atrás”, así que la puerta principal sería el seno del Gobierno regional. Los dirigentes de IU lanzan un aviso para navegantes, al decir que los socialistas deben decidir entre apostar por un modelo de gobierno fuerte ante la crisis, o entrar en una dinámica de debates estériles que no interesan a nadie y generan ruido e inestabilidad.

No está en la mano de IU condicionar las decisiones del consejo de administración de Cogersa, por eso le parece un órgano inadecuado para decidir sobre la incineradora. Un enfoque subjetivo, de parte, que choca con la realidad, ya que es el único órgano competente para tomar esa decisión, como la Autoridad Portuaria de El Musel fue la instancia competente para decidir sobre la ampliación del puerto o el Idepa para dar ayudas a empresas. IU cree que lo correcto es un acuerdo entre los consejeros del Gobierno regional, sin reparar en que Noemí Martín y Aurelio Martín, los dos consejeros de IU, no están capacitados para gestionar estos asuntos. En la hipótesis de que la competencia recayera en el Gobierno –cosa que no sucede-, la decisión sería de la Viceconsejería de Medio Ambiente, al igual que Noemí Martín decide sobre geriátricos o Aurelio Martín sobre las ayudas a los ganaderos. Probablemente a IU le gustaría que el asunto lo asumiera el Consejo de Gobierno, con la condición de que sus dos consejeros tuviesen capacidad de veto, pese a estar en franca minoría dentro del Ejecutivo. Todos esos modelos de decisión que le seducen a IU no se dan en ningún territorio gobernado racionalmente, donde las instituciones y sus organismos tienen las competencias claramente distribuidas.

IU avisa de los derroteros que puede tomar la gobernación de Asturias si el consejo de administración de Cogersa cumple con las funciones que tiene asignadas. Parece que la dirección de IU no se ha dado cuenta que a dieciséis meses de las elecciones autonómicas, su capacidad de condicionar la política asturiana es muy relativa. Aprobado el presupuesto de 2010, ya no queda nada relevante que exija forzosamente la autorización del Parlamento.