La visita de Manuel Chaves a Asturias ha servido para demostrar que es un todoterreno de la política, con respuestas para cualquier asunto y atento a las preocupaciones de cada territorio. El vicepresidente tercero del Gobierno respaldó la construcción de la línea Sama-Velilla, la misma que rechazó el portavoz parlamentario, José Antonio Alonso. Manuel Chaves propuso como solución compensar a León por los daños medioambientales del trazado. Una estrategia muy propia de Zapatero, que la puso en escena varias veces, la última de ellas con motivo del cierre de la central nuclear de Garoña, proponiendo inversiones para paliar los efectos económicos de clausurar la central. No va a ser fácil contentar a los colectivos que luchan contra la línea eléctrica, porque en esa batalla participan escritores con casa en Madrid y nostalgia de la aldea: es muy difícil amortizar emociones. La línea Sama-Velilla es esencial para transportar energía a otras regiones y para la propia seguridad del suministro asturiano, así que el Gobierno debe llevarla a cabo pese a las resistencias locales que se alcen. No se pueda estar veinticinco años barajando trazados sin cesar.

El tercer vicepresidente del Gobierno respaldó la postura de los socialistas asturianos, al desautorizar al director general de la Energía, que había excluido las ayudas al carbón de las prioridades de Zapatero en Europa. Según Chaves, España negocia con Alemania el sistema de ayudas. Ahora hace falta que el resto de los países de la UE vea bien la apuesta por el carbón autóctono, que es caro y contaminante, cuando España se ha desviado de los objetivos de Kyoto, al tener un nivel de emisiones de CO2 que supera en más de un 35% al del año 1990.

Para contentar a los alcaldes asturianos, Chaves prometió un nuevo modelo de financiación municipal para el año 2011. Mientras tanto, el Gobierno sigue con sus planes de financiación de obras. Para este año hay comprometidos 5.000 millones de euros con los ayuntamientos españoles. Se presentó como un plan orientado a las inversiones en medio ambiente y las nuevas tecnologías. Luego, se aceptó que el 20% de los recursos sirvan para financiar gasto social. De los 2.545 proyectos presentados por los alcaldes, hasta ahora, sólo el 12% tienen que ver con las nuevas tecnologías. Un salvavidas para evitar la bancarrota local.