IU ha entrado, por fin, al debate sobre los viajes oficiales del Principado al extranjero. Jesús Iglesias ha descalificado la postura mantenida por el PP, pero ha mostrado interés por fiscalizar los viajes que se hagan en lo que queda de legislatura, con el objeto de recortar gastos en época de crisis. Es fácil captar la intención del líder de IU. La crítica a Ovidio Sánchez está motivada, sobre todo, por la chanza que hace de Cuba. De ahí que IU relacione las palabras de Ovidio Sánchez con la política de Bush. A IU le duele Cuba. Hablar de las “actividades gratificantes” que podrían obtener los miembros de la comitiva oficial en Cuba, como ha hecho el presidente del PP, pone en una posición engorrosa a los dirigentes de IU, que han viajado repetidamente a la isla como muestra de solidaridad o hermandad.

Si dejamos a un lado el caso concreto de Cuba, la postura de Jesús Iglesias no se diferencia tanto de la de Ovidio Sánchez, porque ambos optan por recortar gastos y aumentar la fiscalización de los viajes al extranjero. Es cierto que al coordinador general de IU no se le ocurre pedir la suspensión de los viajes, una postura extrema y radical del PP, pero recela de ellos. Para entender esa convergencia entre PP e IU es preciso olvidarnos de la finalidad principal de los viajes oficiales –ampliar los contactos empresariales en otros mercados- y fijar la atención en las relaciones con las colonias de asturianos que hay en los países que se visitan. Dicho sin tapujos: el PP e IU temen que los viajes del Principado por el ancho mundo sirvan para que el PSOE saque una holgada diferencia de votos en la cuarta circunscripción asturiana, la formada por el censo de la emigración. A lo largo de los últimos años el partido ganador de los comicios sacó una diferencia mayor de votos entre los emigrantes, pese a ser un grupo inferior a los 70.000 electores, que entre los asturianos que están en casa, un colectivo que ronda los 900.000 electores. De ahí las suspicacias, o el intento de contraatacar con comidas multitudinarias, como la que pretender organizar la dirección del PP en Buenos Aires.

Una vez más, IU discrepa del PSOE, como ocurrió con los sobrecostes de El Musel, el trazado de Sama-Velilla o la incineradora. Para todos los temas tiene la misma coartada: el programa del pacto de la izquierda no dice una palabra sobre los viajes oficiales.