Portavoces de IU hacen hincapié en los aspectos gravosos que comporta la opción de ubicar una incineradora en Serín. El coste del tratamiento de los residuos se quintuplica, así que el canon que pagan los ayuntamientos pasará de 11 euros por tonelada a cerca de 60. El socio minoritario del Gobierno calcula que la planta de valorización energética supondrá una inversión de 250 millones de euros: casi tanto como el nuevo Hospital Central y más que el próximo Palacio de Justicia. IU advierte que la incineradora colaborará a hacer más intenso el efecto invernadero y es nociva para la salud. Los dirigentes de IU lamentan que sólo se recicle un 32% de los residuos, cuando la UE ha propuesto el objetivo del 50%.
En el planteamiento de los portavoces de IU hay tres aspectos a considerar: los propiamente medioambientales (efectos nocivos para la salud), la reivindicación del reciclaje (escaso nivel de aprovechamiento de basuras) y los datos de tipo económico (inversión, coste de procesamiento de residuos). No son objeciones menores y constituyeron el núcleo del debate desde el año 2002, cuando en Cogersa se empezó a hablar de la necesidad de dotarse de una planta incineradora.
Los riesgos para la salud, provocados por las incineradoras, estuvieron siempre muy ligados a la emisión de dioxinas, una amenaza inexistente en las incineradoras del siglo XXI, donde la combustión se realiza por encima de los 1.000 grados. Está muy bien la preocupación por el efecto invernadero, pero hay en Asturias otros muchos agentes que colaboran de una forma más intensa que las incineradoras a expulsar CO2 a la atmósfera. Tienen razón los dirigentes de IU cuando lamentan el retraso de Asturias en la reutilización y reciclaje de residuos, lo que pasa es que ese déficit lo tienen casi todas las regiones y en los próximos años habrá que superarlo. No obstante, en los países europeos que más se recicla no se prescinde de las incineradoras, sino que constituyen el elemento central en el tratamiento de residuos. La cuestión candente para el debate se puede enunciar así: aunque Asturias estuviera a la cabeza de la UE en los procesos de reciclaje no podría evitar la saturación del vertedero de Serín, sólo se lograría retrasar unos años. En cuanto al coste de la incineración es cierto que es muy costoso, pero no existen alternativas eficientes y baratas.