Santiago Fernández afirma que construir una incineradora más pequeña que la prevista es una opción viable si se adaptan los procesos de reciclaje. El gerente de Cogersa mantiene que la solución adecuada para tratar el volumen de recursos que se llevan a las instalaciones de Serín es una planta con capacidad para 450.000 toneladas, pero si el Gobierno decide otra cosa, los técnicos adecuarán la respuesta al mandato de los políticos. La responsabilidad de gestionar todos los elementos que inciden en el medio ambiente es del Gobierno, a quien le corresponde marcar las pautas, y los técnicos proponen los sistemas oportunos para cumplir con el mandato de los políticos.
La dirección de IU expresó su rechazo a construir una incineradora de 450.000 toneladas, y volvió a repetir que el proceso de combustión de los residuos no puede ser el instrumento central en el procesamiento de basuras. Un planteamiento muy matizado que dista del rechazo frontal a la incineradora. Por su parte, el PP está a la expectativa de la negociación entre Ovidio Sánchez y los alcaldes de su partido, aunque la vía que se abre paso es la de apoyar una incineradora de tamaño más reducido.
Los datos sobre la incineración de residuos son públicos y los partidos políticos los conocen desde hace tiempo. El actual vertedero se agota, porque ya tiene un nivel de ocupación del 80% y llegan 600 o 700 camiones diariamente a depositar su carga. No se puede abrir otro periodo de reflexión, tras dejar pasar cuatro años sin resolver nada. Una alternativa es construir otro vertedero en algún sitio, aunque encontrar un emplazamiento va a ser laborioso porque hay que convencer al ayuntamiento correspondiente, y supone apuntarse al sistema de tratamiento de residuos peor valorado por la Unión Europea. La otra alternativa es una incineradora con capacidad suficiente para la valorización energética de 450.000 toneladas. Parece que se abre paso la alternativa de la incineradora, pero pasada por el tamiz de las estrategias y los prejuicios de la clase política asturiana, que obligan a consensuar una planta de pequeño tamaño, sin tener respuesta para el excedente de basuras, porque las posibilidades del reciclaje son limitadas. Una solución para salvar a la cara a IU y al PP, que consiste en aceptar la incineradora, siempre que el tamaño no sea para mayores de 18 años.