La Xunta de Galicia cree que los recortes del Ministerio de Fomento afectarán al AVE del Cantábrico, que quedará postergado para mejor ocasión. El Gobierno gallego no se resigna y asegura que dará la batalla para la consecución de la alta velocidad por la cornisa Cantábrica. Núñez Feijóo es una figura en alza en la escena política nacional y contará con el apoyo de Rajoy para pedir la ejecución de una infraestructura que fue propuesta por Aznar, dentro del Plan Galicia, para compensar a las cuatro regiones del Norte por los daños de los vertidos del “Prestige”.
Construir el AVE del Cantábrico cuesta 5.400 millones de euros. Se trata de una cifra aproximada, porque no se hicieron los trámites administrativos y todavía quedan muy lejos las licitaciones y las ofertas de las empresas. Es muy posible que al final, por la complejidad de la obra en una orografía tan accidentada, el presupuesto rebase el billón de las antiguas pesetas. El AVE del Cantábrico no gusta a los socialistas asturianos ni a los socialistas gallegos. Las líneas de alta velocidad son contestadas por colectivos ecologistas o por los alcaldes de algunos municipios por donde transitan, pero no es fácil encontrar una línea de alta velocidad que sea recibida con recelo por las direcciones socialistas de dos comunidades autónomas. Entre los dirigentes socialistas de la cornisa Cantábrica, sólo Patxi López se pronunció de una forma rotunda por construir el AVE de Galicia al País Vasco. Si unimos a los prejuicios de los líderes socialistas el alto coste de la obra, habrá que convenir que es de las primeras infraestructuras que se caerá del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT).
Cuando una economía tiene un fortísimo déficit público no cabe esperar que las obras públicas se ejecuten según planes realizados en épocas de bonanza. La idea de combatir el paro construyendo infraestructuras tuvo un año de duración, porque el enorme desfase entre ingresos y gastos, y el rápido endeudamiento del Estado obligan a detener las excavadoras. El ministro Blanco todavía no revisó el calendario de actuaciones, pero no va a ser el AVE del Cantábrico la única iniciativa que se caiga de la lista de obras previstas para las regiones del Norte. Por si hay despistados, digamos que Rajoy señaló la pasada semana que la prioridad nacional es el déficit público.