Ante la necesidad de reducir el déficit público, Álvarez Areces considera que deben reforzarse los ingresos fiscales porque con la subida del IVA no será suficiente. El presidente asturiano estima que la supresión del Impuesto sobre el Patrimonio fue un error, forzando a retocar alguna otra figura tributaria. Elevar los impuestos no es una ocurrencia española, como lo prueba el hecho de que haya ocho países en Europa que están tramitando la subida del IVA. La eliminación del Impuesto de Patrimonio recibe, ahora, muchas críticas en ambientes de izquierda, pero tenía una capacidad recaudatoria mínima, de 2.000 millones de euros, cuando los grandes tributos (IRPF, IVA) dejaban en esa misma época 60.000 o 70.000 millones. Aporta muchos más recursos subir el gravamen al tabaco, la bebida o los hidrocarburos, aunque no ofrezca el plus ideológico de dar una vuelta de tuerca impositiva a la riqueza de las clases acomodadas.

Junto a la necesidad de obtener más ingresos, el presidente asturiano ha realizado una declaración de alcance sobre el gasto social, al mostrarse partidario de abrir una reflexión sobre la Ley de Dependencia para analizar su resultado, antes de pasar a la siguiente fase de su aplicación, en el año 2011, que conlleva ampliar las prestaciones a las personas con un grado menor de dependencia.

Hasta la fecha, no recuerdo una reflexión tan valiente por parte de un gobernante de izquierdas sobre los servicios sociales. Desde estas líneas hemos escrito más de una vez, y de dos, que la crisis económica ha causado tantos estragos en los presupuestos de las administraciones que no queda otro remedio que detener la aplicación de la Ley de Dependencia. La norma es muy beneficiosa, pero fue ideada por el entonces ministro de Trabajo, Jesús Caldera, en un momento de auge económico, cuando en España se creaba el 40% del empleo de la eurozona. Ahora estamos en la coyuntura opuesta, y toca priorizar qué prestaciones del Estado del Bienestar hay que garantizar. A mí entender, está claro que son dos: las pensiones y las subvenciones al desempleo. Antes y después de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, las dirigentes del PP, Ana Mato y Soraya Sáenz de Santamaría, han dicho que su partido rechazará cualquier recorte en Sanidad, Educación o Servicios Sociales. Un discurso tan falaz como insostenible.