El viaje del Principado a Cuba tenía una motivación empresarial: el cobro de deudas. Empresas del Principado habían facturado mercancías por valor de 23 millones de euros, que no fueron abonados, así que retornaron a la isla con el presidente Areces para resolver su problema. Todas las empresas que tienen clientes morosos llaman, repetidamente, a su puerta, para tratar de evitar que las deudas se conviertan en quebrantos. El Gobierno castrista se comprometió a desbloquear el pago. ¿Cumplirá la promesa? Queda descartada la hipótesis de Ovidio Sánchez, según la cual, la comitiva oficial asturiana hacía escala en Cuba por mero placer. No hay nada más enojoso que negociar con un deudor. Ovidio Sánchez sabrá qué placer hay en esa tarea.

En la agenda de Álvarez Areces estaba prevista una entrevista con el presidente en funciones de Cuba, dado que Raúl Castro se encuentra fuera del país. También estaba concertada una reunión con el presidente de la Asamblea (torpe remedo de los parlamentos democráticos). Son contactos de un claro contenido político, aunque en los países comunistas para hacer negocios hay que hablar con los políticos que mandan en todos las empresas. El PP asturiano había pedido al presidente del Principado que tuviera una entrevista con miembros de la oposición, demanda que ha quedado sin satisfacer.

Salvo un sector de la población profundamente alienado, todo el mundo sabe que Cuba es una dictadura. No hay duda. Quienes mejor lo saben son los propios cubanos que sufren a diario la privación de libertad y de bienes. Opresión y miseria. Sin embargo, a mí me llama la atención que cuando una delegación comercial de un país democrático visita China, nadie plantea problemas de conciencia. En China crece el PIB a ritmo de dos cifras anuales (12%, en el año 2009). Una ciudad como Shangai concentra el 40% de todas las grúas del mundo para gran tonelaje. Desde el piano hasta el ajedrez, en todas las actividades creativas el progreso de los chinos es espectacular. Barcelona-92 fue una birria comparado con Pekín-2008. Visitar China y hablar del yuan es signo de modernidad. Los hijos de la burguesía estudian chino. Pero, según Amnistía Internacional, en China, durante el año 2009, se ejecutó a más personas que en todo el resto del mundo junto. ¿Está dispuesto el PP asturiano a borrar a China de la agenda comercial?