La dirección nacional del PP toma medidas ante la hipótesis de que Francisco Camps sea imputado por el Tribunal Supremo por haber cometido cohecho; la decisión del alto tribunal tendrá lugar el día 12 del presente mes. El equipo de Mariano Rajoy ha decidido que, en caso de ser procesado el presidente valenciano, ocupe su lugar Rita Barberá. En las elecciones autonómicas del próximo año la alcaldesa de Valencia sería la candidata del PP para presidir la comunidad. En el supuesto improbable de que el procedimiento penal llevara a inhabilitar a Francisco Camps durante este mandato, Rita Barberá podría sustituirle porque es diputada autonómica.
La opción de Mariano Rajoy no ofrece lugar a dudas. Presentar como candidato a un político que tiene adosada una imputación penal es un error garrafal. No hay precedentes de una situación así en toda la etapa democrática. Puestos a buscar sustituto, Rita Barberá carece de competidores. Los pesos pesados del Gobierno valenciano tuvieron relaciones con los cabecillas de la trama Gürtel, así que la campaña electoral estaría trufada de alusiones socialistas sobre trajes, relojes y coches. Rita Barberá es más conocida que cualquier otro dirigente de su tierra, presidió la la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), de la que ahora es vicepresidenta, y lleva en la Alcaldía desde el año 1991 (como Gabino de Lorenzo), habiendo logrado el mejor resultado en los últimos comicios municipales de 2007, al rozar el 58% de sufragios. Por si hubiera alguna duda, el peso de la capital valenciana en el resultado de las urnas autonómicas es muy importante y la candidatura de la actual alcaldesa podría producir un efecto de arrastre entre el vecindario de su ciudad. No sería la primera vez que una dirigente municipal del PP alcanza un gran protagonismo en las instituciones autonómicas: Esperanza Aguirre fue durante doce años concejala del Ayuntamiento de Madrid.
La propuesta de Rajoy tiene una ventaja añadida, ya que el liderazgo autonómico de Rita Barberá supondría el relevo de los principales dirigentes del Gobierno y el grupo parlamentario del PP valenciano. En caso de que Francisco Camps sea el candidato, la lista del PP tendrá un carácter continuista, porque el actual presidente no podrá cortar con sus amigos del alma. Sin embargo, Rita Barberá tendría las manos libres.