La secretaria general del PP asegura no tener conocimiento de la carta firmada por todos los alcaldes del PP asturiano y miembros de más de sesenta juntas locales proponiendo que Álvarez-Cascos encabece la candidatura autonómica. Dolores de Cospedal hizo esa afirmación tras la reunión del órgano de dirección presidido por Mariano Rajoy. Cabe recordar que la carta colectiva tenía dos destinatarios: Mariano Rajoy y Ovidio Sánchez. En un partido normal, por cualquiera de las dos vías debería tener conocimiento la secretaria general, pero en la actual dirección del PP todo es posible. Desde el patinazo con Ricardo Rubio, número dos del PP valenciano, la actual dirección nacional del partido no ha hecho más que pisar charcos en todos los conflictos internos. Un asunto tan fácil de gestionar como el de la candidatura autonómica asturiana puede acabar convirtiéndose en un problema grave que divida nuevamente al PP regional y eche a todos sus electores en manos de UPyD.
Es evidente que De Cospedal está al tanto de las visicitudes de su partido en Asturias. Lo sabe por Ovidio Sánchez y por los diputados asturianos. Esta última vía es muy clarificadora porque hay diputados alineados en los dos bandos, como Isidro Fernández Rozada y Pilar Fernández Pardo. Se puede hablar de dos bandos, ya que la carta colectiva se ha ofrecido a todas las juntas locales, y algunas tan importantes como las de Gijón y Avilés han rehusado estampar la firma. De Cospedal no se da por enterada, que es la respuesta de los dirigentes políticos que prefieren ganar tiempo a resolver los problemas.
Lo mejor es objetivar la cuestión. Desde que Ovidio Sánchez anunciara que no iba a volver a optar a la Presidencia del Principado, el PP tuvo la plaza vacante durante año y medio. Ahora está el nombre de Álvarez-Cascos sobre la mesa respaldado por la totalidad de alcaldes y muchos dirigentes de juntas locales. En un lapso corto de tiempo se pasó de no haber nada a estar todo hecho. Lo normal es que la dirección nacional recibiera con agrado la propuesta y en el momento oportuno la convirtiera en nombramiento oficial. El hermetismo sólo indica que la operación les ha pillado con el paso cambiado. De Cospedal puede negociar la presentación de otra alternativa, pero a condición de que militantes y seguidores del PP la consideren mejor que la propuesta de los alcaldes.