Joaquín Leguina, ex presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid y verso libre del socialismo español, ha realizado una reflexión muy crítica sobre Zapatero, al asegurar que debería dimitir, aunque también valoró como alternativa la convocatoria de elecciones anticipadas. Según Leguina, muchos dirigentes del PSOE opinan como él, aunque se callan. El político madrileño criticó el gasto público de Zapatero en plena crisis económica, sin valorar el nivel de endeudamiento que tenían familias y empresas. Esa política dio un giro copernicano cuando fue forzado por los socios europeos
.
Desde que Zapatero presentó el plan de ajuste fiscal es zaherido por propios y extraños. Ahora que hace lo que se debe hacer provoca mayor rechazo que antes, cuando hacía lo que no debía. La oposición no propone nada distinto de lo que aprueba el Gobierno, a no ser que consideremos como diferente la retórica demanda de bajada de impuestos. La opinión pública da la nota más baja al presidente cuando toma medidas que van en defensa del interés colectivo.
Es un fenómeno curioso el que se produce en torno a Zapatero. Durante más de cinco años gobernó pensando en los intereses de Cataluña, y alineado con ERC, IU y las dos centrales sindicales. A partir del otoño del año 2008, su modo de gobernar se vio afectado por un proceso acelerado de pérdida de empleo. No obstante, gran parte del electorado se mantuvo fiel, pese a las circunstancias adversas. Sin embargo, cuando dejó de vender discursos vacíos, como el de la Ley de Economía Sostenible, y se puso a luchar contra el déficit, recibió las mayores críticas en el Parlamento, suscitó dudas entre los propios socialistas y las encuestas dieron diez puntos de ventaja al PP.
El ajuste fiscal trata por igual a todas las regiones, el sistema de alianzas se orienta hacia CiU -como hicieron González y Aznar cuando no contaron con mayoría absoluta-, y el desempleo concede una tregua. No importa, las críticas arrecian hasta el punto de que la mayoría de los partidos políticos y gran parte de la opinión pública quiere que haya elecciones anticipadas. Digo que es un fenómeno curioso, porque nadie esboza una hoja de ruta distinta de la establecida por el presidente, así que hay que deducir que una mayoría considera que los males de España desaparecen si Zapatero hace las maletas. Pensamiento mágico.