Una veintena de dirigentes municipales o regionales del PP se reunieron en un restaurante de Oviedo para proponer al Comité Electoral de Asturias una terna de candidatos (Isabel Pérez Espinosa, Pilar Fernández Pardo y Joaquín Aréstegui) para presidir el Principado. Los comensales difundieron un comunicado en el que se autotitulan de “representantes legítimos del PP de Asturias”. La representación del PP, como en el resto de partidos democráticos, corresponde a sus órganos, y estos suelen ser convocados en las sedes de la organización con un orden del día. La cita de un reducido grupo de concejales y diputados, en torno a Gabino de Lorenzo, puede ser una partida de notables, pero no es un partido, ni puede hablar en su nombre.
En el comunicado se destacan las cualidades de la terna: jóvenes, pero expertos, alineados con la dirección nacional y acostumbrados a dar la cara. Miles de miembros del PP asturiano reúnen esas características. En el comunicado se asegura que la terna representa al PP, lo que puede ser cierto si se considera a los afiliados del PP que había en el restaurante ovetense, y se asegura que para ganar las elecciones la condición necesaria es una candidatura de integración. Si en todo el PP asturiano hay un grupo que no ha trabajado por la integración es esa partida de comensales que en el mes de julio ya emitió un comunicado incendiario descalificando la “hipotética candidatura de Álvarez-Cascos”.
Las cosas han ido muy lejos en el PP regional. El silencio de la dirección de Mariano Rajoy ha dado alas a un grupo de irresponsables que no quiere saber nada de tomar decisiones en los órganos del partido y que actúan de espaldas a los procedimientos reglados que se contienen en los estatutos del partido. Rajoy tiene que actuar de inmediato para restaurar la disciplina interna. Es necesario nombrar una gestora que sustituya a la inoperante dirección de Ovidio Sánchez y convocar a todos los militantes a las urnas. En caso contrario el PP asturiano está perdido. El electorado dará la espalda a una organización que se rige con códigos de secta y votará a los representantes de partidos que se atienen a los métodos democráticos. Del comunicado se enteraron los comensales cuando el alcalde de Oviedo lo sacó de la chaqueta para leerlo, como si el futuro del PP asturiano pasara por lo que saque Gabino del bolsillo.