Soraya Sáenz de Santamaría ha manifestado que Asturias necesita un cambio y para ello el PP elegirá al mejor candidato. Los dirigentes del PP llevan varias legislaturas diciendo que en nuestra región hace falta un cambio, aunque no hicieron nada para que se produjera. El mismo lema repiten en Gijón, ciudad donde lleva el PP en la oposición desde las primeras elecciones municipales. Por primera vez, en estos últimos meses, tanto Rajoy como otros destacados líderes del PP comienzan a ligar la idea de cambio con la elección del candidato. Se trata de una asociación elemental, pero en Asturias durante muchos años nadie quería ser cabeza de lista, así que Ovidio Sánchez repitió en el puesto hasta estrellarse tres veces contra Álvarez Areces. Para ganar las elecciones hace falta un líder sólido y un discurso convincente, dos cosas que nunca ofreció el PP asturiano al electorado, donde el liderazgo se ejerció por la renuncia de otros posibles candidatos, y el discurso se redujo a cuatro tópicos contra el socialismo. Aquí hubo líderes o lideresas que hablaron, con todo desparpajo, de ciclos combinados con mezcla de carbón y gas, y de construir tres ramales de alta velocidad, desde Gijón, Oviedo y Avilés, para comunicar las tres ciudades con el aeropuerto. Semejantes dislates no fueron óbice para que solicitasen al electorado el voto para su programa. Si Javier Fernández o Álvarez Areces hubieran dicho esas barbaridades, el PP hubiera colgado el vídeo en youtube.
La portavoz del PP en el Congreso de los Diputados se suma al grupo de dirigentes que ponen el acento en apoyar al mejor candidato. ¿Quién es el mejor? La respuesta es simple: el que saca más votos. Como a priori no hay forma de constatarlo, se puede decir que el mejor candidato es el que aúna una mayor notoriedad para el electorado y tiene un mayor bagaje político o de gestión. Si algún miembro de la famosa terna se pusiera a pedir firmas para su candidatura, en una ciudad distinta a la suya, tendría que repartir un folleto a los viandantes para explicar quién es.
Soraya habla de la candidatura asturiana porque el veto de un puñado de dirigentes a Álvarez-Cascos se ha convertido en un asunto nacional para el PP. Esas son las coordenadas desde las que va a abordar Rajoy la resolución al problema creado. Con tiempo y los impagables servicios de Ovidio Sánchez se arreglará.