Se abren grietas en el equipo de gobierno de Gabino de Lorenzo con el apoyo dado por el concejal Suárez Díaz-Cachero a la candidatura de Álvarez-Cascos. Una bofetada para el alcalde. Después de decir Gabino que se había zanjado el debate electoral con la proclamación de la concejala Pérez-Espinosa como cabeza de lista del PP al Principado, salta otro concejal carbayón para decir que debe ser el ex ministro el candidato. Si en el núcleo más próximo a De Lorenzo hay criterios tan enfrentados, qué pasará si se abre el turno para las opiniones personales entre un espectro social más amplio. ¿Apoya el PP de Gijón a la candidata del alcalde de Gabino? ¿Hace lo mismo el PP de Avilés? Las preguntas se contestan solas, porque Pilar Fernández Pardo y Joaquín Aréstegui formaban parte de la terna y fue De Lorenzo el que prescindió de ellos. Nadie dejó la carrera al Principado por propia iniciativa, sino producto de las decisiones del alcalde de Oviedo, que se fió más de su subordinada que de los otros miembros de la terna. No puede De Lorenzo dormir tranquilo, porque en su propio grupo municipal también hay que gente que prefiere al ex ministro.

Con el lanzamiento de Pérez-Espinosa el debate electoral, lejos de cerrarse, se acaba de abrir. Hasta el momento todo eran controversias sobre la figura de Álvarez-Cascos, con sus partidarios diciendo que era el mejor candidato, y la peña de Gabino y sus socios argumentando que quería barrerlos del mapa. Sin embargo, la propuesta de la concejala ovetense sitúa la búsqueda del candidato en sus coordenadas naturales: la comparación entre dos opciones. A partir de ahora no tiene sentido especular sobre las características personales del ex ministro y procede comparar la notoriedad y el capital político de los dos posibles cabeza de candidatura.

Por mucho poder que haya acaparado De Lorenzo, gracias a la dejación de responsabilidades de Ovidio Sánchez, le va a resultar imposible zanjar el debate. El alcalde de Oviedo se ha metido en un buen lío. Al margen de lo que decida Mariano Rajoy por realizar actuaciones que no se contemplan en los estatutos del PP, están los efectos de la traslación del debate electoral a la calle. Entre la derecha ovetense va a quedar patente que Cascos tiene mucho más predicamento que Pérez-Espinosa. La apuesta por Cascos en Oviedo conlleva, implícitamente, el rechazo de Gabino. Y en mayo también toca elegir alcalde.