Tres días ha durado Arias-Cachero en el grupo municipal del PP tras haber mostrado su apoyo a la candidatura de Álvarez-Cascos. Gabino de Lorenzo le quitó los poderes de concejal de Cultura y Deportes, y una vez desprovisto de funciones lo envió al grupo mixto. La degradación y expulsión del concejal no estuvo motivada por razones políticas, sino por no haberse abstenido en la contratación de una empresa gestionada por un cuñado. De Lorenzo es muy tolerante con las opiniones políticas de sus concejales, pero no permite actuaciones dudosas cuando hay un cuñado por el medio. Sorprende la capacidad de auditar de Gabino, porque a los tres días de mostrar Arias-Cachero sus simpatías por Cascos ya le había encontrado el acalde un lunar en su gestión. El informe sobre el proceder de Arias-Cachero fue realizado por Jaime Reinares, concejal de Hacienda, que encontró tan sospechosa la abstención del concejal en la contratación del hermano político que mandó los papeles a la Fiscalía.

De no haberse sustanciado la investigación interna en tres días, habría que pensar que el alcalde ya sabía de las andanzas de su concejal, pero no consideró conveniente airearlas hasta que Arias-Cachero afirmó que Cascos era el mejor candidato a la Presidencia del Principado. Discreción con el concejal cuando cerraba filas con el alcalde y publicidad al cambiar de bando. Como no hay base para hacer un juicio tan malévolo, hay que aceptar que en tres días encontró el primer caso de posible actuación corrupta en los diecinueve años que lleva al frente del Ayuntamiento. Digo esto último, porque no recuerdo que De Lorenzo haya puesto en conocimiento de la Fiscalía la gestión de ninguno de sus concejales, ni que los hubiese arrojado al infierno del grupo mixto. En casi cuatro lustros de mando es la primera vez que se descubre una sombra de sospecha sobre el Ayuntamiento de Oviedo. A barrer, que para eso ganó este año la novena de Escoba de Platino.

Mal asunto es que para anular rivales políticos haya que recurrir al cuñado de un concejal. Quizás por esa vía considere De Lorenzo que refuerza las posibilidades de Pérez Espinosa. Aunque más bien me inclino a pensar que pretende cortar la mala hierba por si daña al resto. Espero que el alcalde nos diga la millonaria cifra de euros que manejaba el cuñado, para saber la causa del endeudamiento municipal.