Se acabó el uniformismo en el grupo municipal del PP ovetense. Tras las manifestaciones del ex concejal Cultura, Arias-Cachero, a favor de Álvarez-Cascos, llegan las de Carmen Manjón, diciendo que el ex ministro es el único que puede llevar al PP a gobernar en la región y que ningún órgano del partido ha discutido sobre la candidatura. La concejala popular considera que es un deber de conciencia expresar su opinión en público y subraya lo que es obvio: el debate de la candidatura está abierto. Justo lo contrario de lo afirmado por Gabino de Lorenzo al señalar que Isabel Pérez-Espinosa será la candidata y que la controversia estaba zanjada.
¿Qué va a hacer ahora De Lorenzo? ¿Enviará a sus hombres a husmear en los expedientes municipales gestionados por la concejala para ver si encuentra algo censurable? ¿Planeará alguno de sus acólitos una campaña de descrédito contra Carmen Manjón? ¿Volverán a decir que la Junta Local del PP de Oviedo apoya a Pérez-Espinosa, cuando dentro del propio grupo municipal hay más de uno y de dos en contra de esa propuesta? (sí, han leído bien: más de dos). Tanto pregonar que contaban con el apoyo del 75% del partido en Asturias y empieza a emerger una minoría crítica en el seno del propio grupo municipal.
Carmen Manjón hace mención a un sondeo de opinión realizado en el mes de agosto y publicado por EL COMERCIO, en el que el 67% de los votantes del PP prefiere que sea Cascos el candidato a presidir el Principado, mientras que sólo un 10% opta por Ovidio Sánchez y Gabino de Lorenzo; otros nombres apuntados en la encuesta, como Pilar Fernández Pardo y Joaquín Aréstegui, logran un porcentaje aún mucho menor. Esa es la cuestión más relevante, las preferencias del electorado. Fabricar candidatos contra la opinión del espectro social que vota a la derecha es suicida. Y lo que resulta completamente antidemocrático es tratar de imponer nombres que tampoco validan las bases del propio PP. Por eso no se reúne ningún órgano de dirección, ni a escala regional ni local. Por eso sustituyeron juntas municipales por gestoras, con las más peregrinas disculpas. El colmo de los colmos es que los presidentes de esas gestoras se fotografían con Gabino de Lorenzo en representación de la opinión de todos los militantes del concejo. El montaje se derrumba gracias al coraje de gente como Carmen Manjón y Arias-Cachero.