El alcalde de Oviedo está lanzado y tan pronto castiga a Arias-Cachero como le perdona la vida a Rajoy. Gabino de Lorenzo ha afirmado que si la dirección nacional del PP quiere llegar a un acuerdo sobre el candidato asturiano lo tiene muy fácil, porque la propuesta del partido en Asturias es Isabel Pérez-Espinosa, y no la va a cambiar. Ya sabe Rajoy que si quiere tener la fiesta en paz debe apoyar a la desconocida concejala ovetense y abstenerse de optar por políticos con notoriedad a escala nacional. De Lorenzo, sobrado como anda tras las fiestas de San Mateo, da por hecho que el comité electoral regional elegirá a Pérez-Espinosa.

La concepción política de Gabino es muy simple, al dar por supuesto que la opinión oficial del PP es la suya. El comité electoral regional debe tomar nota de las preferencias del alcalde de Oviedo. El presidente nacional del partido tiene en sus manos un acuerdo rápido plegándose a las decisiones del primer edil de la capital. En esa lucha por convertir el pensamiento propio en doctrina del partido ya obtuvo victorias, al renunciar Fernández Pardo y Aréstegui a ser candidatos regionales, pese al gran interés que tenían en ello. El sometimiento de Ovidio Sánchez a los dictados de Gabino no lo califico de triunfo del alcalde porque tal vez sea una opción voluntaria de Ovidio. Con ese bagaje no está preparado De Lorenzo para un aterrizaje brusco sobre la realidad, hecho que se producirá cuando Rajoy le diga que le parece muy bien su propuesta, pero que el partido piensa otra cosa.

Dos décadas con mando en plaza han hecho creer a De Lorenzo que puede manipular la realidad. En el Ayuntamiento de Oviedo hace y deshace a su antojo, convirtiendo los plenos del Consistorio en asignatura de asistencia voluntaria. En el último congreso local del PP salió elegido presidente, con una mayoría a la búlgara, sin que se dignase asistir al cónclave. A Arias-Cachero lo expulsó del grupo municipal con el mando a distancia. La dirección regional del PP no se reúne, ni lo hace el grupo parlamentario, ni se convoca a la dirección del partido en Oviedo. Por estrambótico que parezca el PP en Asturias es un dominio que pertenece a Gabino. El resto es pura entelequia. De Lorenzo dice que el casquismo es una moda, sin darse cuenta que la simpatía por el ex ministro marca el ocaso del gabinismo. El otoño pone el escenario del cambio.