En la carta de Álvarez-Cascos a los miembros de la Plataforma, “Pedimos la Palabra”, que impulsó la recogida de firmas por la región demandando la vuelta del ex ministro a la política asturiana, queda clara la disposición del político gijonés de ponerse al servicio de las bases del PP para enderezar el rumbo del partido. Álvarez-Cascos entregó a Ana Mato su diagnóstico sobre los males que aquejan al PP regional, mostrando el camino que había que seguir para enderezar el rumbo. Esa valoración aportada a la dirección nacional del PP, el 21 de junio, se amplía en la carta que manda a la Plataforma, “Pedimos la Palabra, con un análisis de los hechos acaecidos desde principios del verano pasado, cuando Ovidio Sánchez dejó, de facto, de dirigir el partido, entregando a Gabino de Lorenzo las riendas de la organización.
Desde un punto de vista formal, todos los pasos que han dado los nuevos mandamases del PP asturiano son irregulares, porque no están contemplados en los estatutos de la organización. Las reuniones convocadas por De Lorenzo, con mesa y mantel, no tienen ninguna legitimidad, porque los asiduos a las citas del alcalde de Oviedo no constituyen ningún órgano del PP, ni el encuentro se produce en una sede del partido ni hay orden del día ni acta de acuerdos. Se trata de una mera pantomima de Gabino de Lorenzo, siguiendo un estilo que ha acuñado en su último mandato, cuando se aficionó a la zarzuela y llevó sus guiones a la política. La elección de Pérez-Espinosa forma parte de ese gusto por el género chico de la lírica.
Desde una perspectiva material o política, la maniobra de Gabino de Lorenzo es un pulso al equipo de Mariano Rajoy, al saltarse las normas del PP, mientras dicen actuar en sintonía con el máximo líder de la organización. Tratan de que la dirección nacional mire para otro lado y homologue a la concejala ovetense como aspirante a la Presidencia del Principado. Suceda lo que suceda, el daño para el PP ya está realizado, porque los ciudadanos recelan de un grupo político en el que se dan comportamientos tan heterodoxos.
Ante este panorama, desde la sede de Génova se asegura que si no hay un acuerdo antes del próximo mes de enero, la organización asturiana del PP se verá abocada a un congreso. Es la primera vez que se reconoce esta vía, que constituye la pieza esencial en la hoja de ruta trazada por Álvarez-Cascos.