Ya sabíamos que el grupo parlamentario del PP está dividido, ahora también sabemos que está disperso. El partido de la oposición le iba a ganar una votación al Gobierno con la táctica de la “pinza”, que consiste en explotar la vocación opositora de IU. El socio minoritario del Gobierno pasó tantos años en la oposición que, aunque ahora está en el poder, cada cierto tiempo vota con el PP. La iniciativa que defendía Pelayo Roces en la Cámara tenía enjundia política, al pedir la reparación de la carretera N-634 a su paso por El Bao (Navia), destrozada por las inundaciones de junio. Recientemente, en el homenaje ofrecido a Álvarez-Cascos en el auditorio de Oviedo, el ex ministro cargó las tintas contra el Gobierno por el estado en que se encuentra ese tramo de carretera. La propuesta del PP contaba con el apoyo de IU y del diputado del Grupo Mixto.
Lo que estaba llamado a convertirse en un revés para el Principado pasó a ser el mejor exponente del calamitoso estado en que se encuentra el PP regional. Dos diputados ausentes, por enfermedad y viaje, y Ovidio Sánchez convertido en parlamentario itinerante, ya que abandonó la sala de plenos mientras Pelayo Roces defendía la iniciativa en la Cámara. En los últimos meses, la división del grupo parlamentario del PP es la comidilla del resto de los grupos, porque los diputados conservadores están separados en dos bandos hasta para tomar el café. Ahora vemos que a la división añaden la dispersión: mientras unos defienden las propuestas del grupo, otros abandonan la sala en un gesto de desinterés inexplicable. Cuando faltan unos minutos para una votación, no caben excusas para ausentarse, porque el principal compromiso de un diputado es votar con su grupo y sacar adelante la moción.
Ovidio Sánchez preside el grupo parlamentario y la dirección regional del PP. Ambas instancias están en una situación anómala porque no se reúnen ni mantienen una actividad normal. A siete meses de las elecciones autonómicas, la falta de impulso parlamentario del PP es un hándicap para convertirse en alternativa de Gobierno a la izquierda. El papel de Ovidio Sánchez, en el reciente debate sobre el estado de la región, fue penoso. Esta misma semana, la propuesta de rebajar en 1.100 millones de euros el presupuesto del Principado causó hilaridad. Y ahora, con las infraestructuras como argumento, mete un gol en propia puerta.