Los datos de la recaudación de Hacienda en los primeros diez meses del año muestran una recuperación de los ingresos en casi todas las figuras fiscales. Destaca el IVA, que aporta 178 millones más que en el mismo periodo del pasado año. 50 millones de aumento por IRPF y un incremento de 22 millones en impuestos especiales (tabaco, alcohol e hidrocarburos). El fuerte incremento de ingresos por IVA se produjo desde principios del año, porque la subida del gravamen impositivo del 16% al 18% fue anunciada con mucha anterioridad a aplicarla, así que la gente anticipó la compra de bienes de precio elevado para evitar pagar un suplemento. El caso de los automóviles es el más evidente, porque en el primer semestre del año contaban, además, con la subvención de los gobiernos. En la mayor recaudación por IRPF influye la subida aplicada a las rentas de capital y la anulación de la rebaja de los 400 euros, anunciada por Zapatero en la campaña electoral de 2008; ganadas las elecciones se retiró la golosina que se daba indiscriminada a pobres y ricos.
IRPF, IVA e impuestos especiales son los tres impuestos que aportan más dinero al Estado y a las comunidades autónomas. La subida de los tipos impositivos ha posibilitado más ingresos. Entre los tres tributos el incremento en Asturias es de 250 millones, con lo que se confirma que en una época de crisis la subida de los impuestos deriva en una mayor recaudación. Puede parecer una afirmación elemental, pero el PP, desde Rajoy hasta el más reciente afiliado, mantiene que si se quiere contar con más ingresos hay que bajar los impuestos. La falsedad del axioma se comprueba con el IRPF, que perdió ingresos con la deducción de los 400 euros, en el año 2009, y vuelve a ganarlos con la eliminación de la rebaja. Mientras el PP no renuncie al pensamiento mágico fiscal no se podrá discutir con rigor sobre impuestos.
Otra cosa bien distinta es que el afán por aumentar los ingresos de la Hacienda Pública pueda obstaculizar el crecimiento económico, porque recorta la renta disponible de las familias y grava la cuenta de resultados de las empresas. A partir de determinada carga impositiva, la economía privada se asfixia. En ese punto hay que situar la discusión. Baja la recaudación por el Impuesto de Sociedades, un dato preocupante, aunque al Principado no le afecte porque el 100% de su recaudación es para el Estado.