Dolores de Cospedal realiza una visita de dos días a nuestra región para entrar en contacto con las organizaciones del PP de las tres principales urbes de la región. En la reunión con la Junta Local de Avilés estuvo acompañada de la plana mayor del PP asturiano, encabezada por Ovidio Sánchez y Pérez-Espinosa. La secretaria general del PP dijo que venía a colaborar en la elaboración del programa electoral que, al parecer, estará volcado en el problema del paro. La dirigente popular señaló que el desempleo juvenil está en unas tasas inadmisibles, en especial en las comarcas mineras.
El paro es la gran cuestión que marcará los resultados electorales. Las comunidades autónomas y los ayuntamientos tienen un papel menor en materia de empleo, pero las urnas van a dar un veredicto general tras tres años de crisis económica. El paro en Asturias es inferior a la media española, aunque con respecto a 2007 se incrementó en unos 30.000 trabajadores. Lo que hace falta es que en esta ocasión el PP asturiano presente un programa de verdad, que hable de empleo, sanidad, educación, medio ambiente, servicios sociales, infraestructuras o tributos, aportando datos, argumentos y objetivos. En la pasada convocatoria autonómica el programa del PP era una especie de escueto guión para un programa electoral de verdad. Valga como ejemplo el tratamiento que recibía la controvertida cuestión del tratamiento de residuos, despachada con una alusión de refilón a los lodos de las depuradoras, todo ello en un texto de once palabras. Un partido que aspira a gobernar debe tener un programa sólido.
Tras la dura batalla interna y con Cascos convertido en competidor, la estrategia del PP pasa por apoyarse en los dirigentes nacionales del partido. No puede jugar otra carta. El equipo de Ovidio Sánchez carece de credibilidad para respaldar a Pérez-Espinosa. La imagen de la organización asturiana está muy deteriorada, en contraste con la proyección pública del equipo de Mariano Rajoy. Durante muchos años la organización regional vivió de los logros de los ministros asturianos de Aznar y ahora debe continuar identificándose con la dirección nacional del partido. El anzuelo electoral de Pérez-Espinosa consiste en hacer ver al electorado que forma parte de un partido fuerte y ganador, y que se olviden de las miserias de la organización asturiana del PP.