El PP no insulta: golfo, sicario, capo y sectario. Esos fueron los epítetos dedicados por Cuétara y Cuervas-Mons a Avelino Viejo. El síndico mayor es blanco de las iras populares por haber enviado al Tribunal de Cuentas el informe sobre Villa Magdalena, donde se cuantifica en 31 millones de euros el daño causado a la Hacienda municipal por la gestión realizada en torno a la expropiación del palacete. En el año 2009, Gabino de Lorenzo recibió a Avelino Viejo con gran cordialidad y se mostró dispuesto a colaborar con la Sindicatura de Cuentas. Durante gran parte de la presente legislatura, el grupo parlamentario del PP se apoyó en los informes de la institución fiscalizadora asturiana para zaherir al Principado. La crítica a los “chiringuitos socialistas” se basó, en buena medida, en los dictámenes de la Sindicatura de Cuentas. Todo el poder para la Sindicatura, con tal de que no se inmiscuya en el Ayuntamiento de Oviedo. En cuanto Avelino Viejo remitió el informe sobre la gestión de Villa Magdalena al Tribunal de Cuentas, la Sindicatura perdió la condición de aliado para convertirse en enemigo.

Los diputados del PP anunciaron que vetarán la renovación de Avelino Viejo, como miembro de la Sindicatura de Cuentas. Los tres síndicos fueron elegidos con el voto unánime de los diputados. El consenso se hizo aún a sabiendas de que el currículo de uno de ellos/as no encaja con los requisitos pedidos para ser síndicos, pero en el Parlamento asturiano se hacen, a veces, cosas extrañas en nombre de los sacrosantos intereses generales.

La trifulca del partido de la oposición con Avelino Viejo ha servido para que el PP revisara su programa electoral. Dando un giro espectacular a lo que había sido su posición política, los diputados conservadores acaban de anunciar que pedirán la supresión del Consejo Consultivo, la Sindicatura de Cuentas y el Procurador General. Desde estas líneas hemos mantenido, repetidamente, que las funciones que realizan esos órganos ya las cubren instituciones nacionales prestigiosas, como el Consejo de Estado o el Tribunal de Cuentas. Ahora bien, llama poderosamente la atención que el PP, principal valedor de las actuaciones de la Sindicatura de Cuentas, cambie de postura, sin rubor, porque se investigue la gestión de Gabino de Lorenzo. Se puede cambiar de opinión, pero no de una forma tan burda.