En una carta remitida por Antonio Arias a Fernando Lastra, en el mes de febrero de 2010, el síndico pretendía convencer al parlamentario socialista del carácter público de Cajastur, para que las fundaciones participadas por la entidad financiera pudieran ser fiscalizadas por la Sindicatura de Cuentas. Antonio Arias y Mercedes Fernández, los dos síndicos propuestos por IU y el PP, lucharon para que varias entidades (Fundación La Laboral, Archivo de Indianos, Arturgar) que contaban con la aportación no mayoritaria del Principado estuvieran bajo el control de la Sindicatura de Cuentas. Ante el doble rechazo de los servicios técnicos de la Sindicatura y del letrado de la Junta General del Principado, la intentona de la pareja de síndicos quedó en nada. Meses más tarde, Antonio Arias hizo un nuevo esfuerzo, aduciendo como argumento la vocación pública de Cajastur, de modo que si se suman las aportaciones de la entidad financiera y del Principado, entidades como el Archivo de Indianos o Asturgar, estarían participadas mayoritariamente por entes públicos y, en consecuencia, serían fiscalizables por la Sindicatura.
Llama la atención que Antonio Arias diga que no es el momento ni el lugar para discutir sobre la naturaleza jurídica de Cajastur, pero que ponga como prueba de su carácter público la elección del presidente de la Caja de Ahorros por la Junta General del Principado ¿Desde cuándo al presidente de Cajastur lo eligen los diputados? ¿Para qué está el consejo de administración de la entidad financiera? Arias asegura que los vicepresidentes de Cajastur corresponden a los ayuntamientos de Oviedo y Gijón ¿En qué artículo de los estatutos o en qué acuerdo societario se recoge ese privilegio? Es verdaderamente asombroso que todo un sesudo síndico diga cosas tan disparatadas.
No se entiende que Antonio Arias se acoja al supuesto carácter público de Cajastur para controlar la gestión de Asturgar o el Archivo de Indianos, y no aproveche la supuesta personalidad pública de la Caja de Ahorros para revisar las cuentas de la entidad financiera. Sería difícil de entender que si la Sindicatura de Cuentas pudiese revisar la gestión de la Obra Social y Cultural de la Caja, se conformase con analizar la contabilidad del Archivo de Indianos. Cuando releven a los síndicos, quizás entenderemos mejor a la Sindicatura.